lunes, 26 de diciembre de 2011

RIZAR EL RIZO


            La respuesta de Zapatero a la pregunta de Melchor Miralles acerca de su opinión sobre la conducta de Blanco al reunirse en una gasolinera con el empresario Dorribo, presunto corrupto, me deja estupefacto. En realidad, me deja estupefacto el conjunto de las respuestas de su última entrevista como presidente de gobierno, así como las manifestaciones de otros personajes. Cuando lo fácil, lo más normal, hubiese sido decir que no le parecía adecuado el lugar de la reunión elegido por Blanco y que, por tanto, desaprobaba el modo de proceder de su ministro, responde, rizando el rizo, que dichas conductas sólo son menos frecuentes. Se deduce, rizando el rizo como él, que los despachos ministeriales no son los lugares destinados a las audiencias de los ministros para despachar sus asuntos, sino que sólo son los más frecuentes. Por tanto, no caben alarmas ni sospechas. A Dorribo, tal como dice ZP, le han recibido otros gobernantes en sus despachos y, siendo obvio que quien quiera delinquir también puede hacerlo desde los mismos, para seguir rizando el rizo, se podría concluir la conveniencia de sugerir a Rajoy que convierta los despachos ministeriales en los lugares menos frecuentes para despachar los asuntos y viceversa. Generalizando las entrevistas ministeriales en las gasolineras, los polígonos industriales y otros lugares similares, conseguiría ahorro presupuestario y más trasparencia, pues, como dice el propio Blanco para justificar su conducta, la mayor privacidad está en su despacho. Conclusión, el lugar más adecuado si se quiere delinquir; por tanto, cualquier otro lugar debe ser menos sospechoso.
Y es que rizar el rizo -arte de hacer algo más difícil de lo necesario-, si se combina con salirse por la tangente, puede servir para distorsionar u ocultar una determinada realidad o acto concreto hasta convertirlo en virtual. Así, la polémica tramitación de la Ley Sinde se aparca en sede gubernamental simplemente para satisfacer los deseos ciudadanos manifestados en la red; el indulto al banquero Alfredo Saenz, condenado por el Supremo a prisión e inhabilitación, obedece exclusivamente a una tramitación normal de una petición entendida como razonable; la deuda española garantiza no estar al borde de la ruina porque es inferior a la media europea y su déficit un pelín mayor, mientras Francia y Alemania tienen más deuda; las duras medidas sociales de mayo de 2010 posibilitan que España se autofinancie gracias a la no dimisión del gobierno como gesto de mera responsabilidad; y la negación de las negociaciones con ETA tras el atentado de la T-4 no suponen mentir a los ciudadanos. . . Conclusión, un país zarandeado por la crisis universal, pero que goza de paz y estabilidad institucional gracias a gobernantes sinceros y asesinos no arrepentidos, pero que dejan de matar para hacer política tras una negociación trasparente; se autofinancia gracias a gobernantes responsables que no dimiten para gestionar bien los momentos difíciles; goza de solvencia económica al tener menos deuda que otros, se supone que por la buena gestión gubernamental del gasto; y tiene gobernantes benévolos con las ovejas descarriadas y receptivos a los deseos de sus ciudadanos.
            Con semejante balance no se entiende bien que se esté poniendo de moda en el Congreso la fórmula de acatar la Constitución “por imperativo legal”, salvo que sea para enfatizar el respeto a sus preceptos y la defensa de los mismos, ya que el simple juramento o promesa anterior no aclara las razones del acatamiento. Tampoco se entiende que ZP adelante las elecciones, salvo que, superados los tiempos difíciles, lo haga por generosidad para que otros gestionen los tiempos fáciles; ni que cinco millones de trabajadores estén en paro, salvo que, como dice Cayetano, vástago de la “arruinada” Casa de Alba, sean todos andaluces “sin ánimo de progresar”; ni que estemos en recesión, salvo que, como en época franquista, un contubernio judeo-masónico busque nuestra perdición; ni que se niegue el indulto a muchos condenados anónimos socialmente, salvo que ninguno sepa tramitar con normalidad su petición y por tanto no se pueda considerar como razonable; y, finalmente, ni que se desestime el deseo ciudadano para aparcar la tramitación de otras leyes tan polémicas como la Ley Sinde, salvo que ésta sea el ensayo para institucionalizar las redes sociales como el mejor modo de protesta ciudadana con el fin de evitar desórdenes y manifestaciones callejeras que perturban la convivencia pacífica.
Así, Rajoy lo va a tener muy fácil para que entendamos dichas salvedades. Seguramente lo que más le va a costar sea convencer a los cinco millones de parados para que tengan ánimo de prosperar y que, para ello, lo mejor es ocupar los cinco millones de puestos de trabajo vacantes. Lo demás es coser y cantar. Ya ven, el tema de los indultos, por ejemplo, sólo bastaría con tramitarlo con normalidad para obtenerlo y se evitan las suspicacias. Es cierto que hay otros asuntos que preocupan y explicaciones a los mismos que no se entienden, pero seguro que, como éstas, si se explican con claridad, se entenderán perfectamente. Eso sí, sólo en la realidad virtual creada rizando el rizo y saliéndose por la tangente. Lo real es otra cosa, que hay que gestionar y explicar de otra manera. ¿Lo hará Rajoy?.
                             Fdo. Jorge Cremades Sena 

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