domingo, 16 de marzo de 2014

EL AISLAMIENTO EUROPEO DE MAS

                        Algunos destacan que la crisis de Crimea, que, por cierto, está votando su ilegal referéndum para desgajarse de Ucrania y unirse a Rusia, aísla a Artur Mas en Europa, como si al Presidente catalán le importase algo dicho aislamiento. Al igual que a los prorrusos crimeos que conforman su Asamblea Legislativa, anulada por el Parlamento de Ucrania, a Mas y sus colegas independentistas les importa un bledo lo que pueda opinar el resto del mundo y lo que diga la legalidad establecida si ello supone un freno a su diabólico proyecto. No en vano acaba de decir que “la marcha atrás no es una opción, sería un error muy grave”, añadiendo “no descarto la declaración unilateral de independencia” y justificándose en que “para la convivencia, ir a votar no es peligroso; no poder votar sí lo es”.  En su juego sucio de mentiras y verdades a medias, se olvida de que una declaración unilateral de independencia es un desafío violento e ilegal a la convivencia, que no es peligroso ir a votar (como sucede cada vez que hay elecciones, por ejemplo, las que le catapultaron a la presidencia de la Generalitat) pero siempre que las elecciones se convoquen de forma legal y sin excluir a nadie que sea depositario de la capacidad de decidir sobre el objeto de la elección y, finalmente, que la marcha atrás no es un error sino todo lo contrario, el problema es que, haciendo lo correcto, en su caso, supondría reconocer su peligrosa conducta como gobernante democrático, cuya primera obligación es cumplir y hacer cumplir la legalidad vigente. Menos mal que todavía mantiene la lucidez de no comparar lo que está sucediendo en Crimea con lo que él quiere que suceda en Cataluña. Queda, por tanto, una mínima esperanza para la cordura. No quisiera ver, entre otras cosas porque no hay una potencia agresora en el entorno, a una Cataluña invadida por soldados extranjeros, enfrascada en un referéndum ilegal bajo la presión propagandística de unos ciudadanos que se ponen de parte de la invasión.
            Y mientras los exabruptos de Mas ya se consideran como algo casi normal entre nosotros al haber estado durante tanto tiempo soportando sus ilegalidades sin poner desde el principio las cosas en su sitio, algunos, pensando que todo el monte es orégano, hacen lo propio en los asuntos que les interesan. Así, aprovechando la falta de control de las administraciones, Aneri, uno de los trece imputados en la estafa de los cursos de formación de la patronal, llevaba una vida de super-lujo a costa de los contribuyentes, alardeando incluso de las desorbitadas cantidades de dinero que llevaba en los bolsillos y de su capacidad para hacer millonarios a otros. Todo un conseguidor, a sus 34 años, de cientos de miles de euros para subvencionar cursos de formación virtuales que él mismo diseñaba para sus falsos alumnos. Todo un negocio, sin lugar a dudas.
            Por lo demás, dejando al margen el chorreón de noticias sobre la ya esperada reforma fiscal que, entre otras cuestiones, buscará resolver (con el permiso de Artur Mas) el disparate de la brecha fiscal entre las distintas CCAA, el PSOE ya puede presumir de su lista electoral para las elecciones europeas, aunque hayan desencadenado todo tipo de especulaciones. La aclamación desde el sindicato UGT de Chacón al grito de “presidenta”, mientras Rubalcaba y Valenciano relegan a los candidatos relacionados con el “zapaterismo”, como si ellos fueran ajenos al mismo, ponen la guinda. La inclusión del controvertido superministro José Blanco, la anécdota.
            ¡Ah! Como estaba previsto, Rafá Zouhier, el intermediario de los explosivos del 11-M, tras cumplir sus diez años de condena, ha sido puesto en libertad. No se alarmen. En esta ocasión las autoridades han decidido impedirle su estancia en libertad en nuestro país y, desde la cárcel, ha sido trasladado a Tánger, mientras su abogado pone el grito en el cielo.


                                               Jorge Cremades Sena

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