viernes, 15 de agosto de 2014

FRENAZO ECONÓMICO EN LA UE

                        ¡Quién lo diría hace un año! Seguramente nadie. Que Alemania, el motor de la UE, que Francia, su mejor combustible, y que Italia, su mejor lubricante, iban a ralentizar la marcha hacia la recuperación, arrastrando a los vagones más pesados enganchados a la cola como Grecia, Portugal o España, por ejemplo, era impensable. Pero los datos, siempre tozudos, se imponen, al extremo que ahora, el estancamiento de la zona euro (especialmente con la caída de la economía alemana en un 0´2%, así como la italiana, y el estancamiento de la francesa) dificulta la recuperación española justo cuando, por fin, enderezaba su rumbo y se convertía con el 0´6% de crecimiento en una sólida esperanza de cara al futuro. Como ven, cuando no es un pito es una flauta en esta Europa que quiere, pero no puede o, quizá, puede pero no quiere. Y eso que todavía no han llegado los efectos de las sanciones que Rusia impone por el asunto de Ucrania. En definitiva, Alemania y Francia frenan a Europa, mientras España, que parecía ir por buen camino (en cuanto al crecimiento se refiere) amanece con nubarrones en el horizonte, que amenazan con tormentas, especialmente por su inmensa deuda pública que, por primera vez, rebasa el billón de euros y cada día sigue engordando en unos 300 millones más. El problema de las deudas no es tenerlas, sino poder pagarlas y, para ello, es imprescindible seguir creciendo.
            Seguramente la UE también frena la solución al dramático asunto de la inmigración ilegal. Sin una política común, sólida y eficaz, es imposible afrontar las posibles soluciones de un problemón, que, siendo de toda Europa (yo diría que de todo el mundo), se deja en manos de los países fronterizos del sur, no para que lo resuelvan, que sería una pretenciosa quimera, sino para que, como gendarmes o como mediadores (es decir, a palos o mediante heroica persuasión), les retengan al otro lado del muro, el fronterizo, cuando el verdadero muro, que nadie quiere ver, es el del hambre, la miseria y la muerte. Y, lamentablemente, este muro ni se derriba con el garrote (en todo caso se oculta), ni con pacíficos mensajes de bondades cínicas incomprensible o razonamientos sobre los perniciosos efectos de una inmigración masiva e incontrolada. Si Marruecos mira hacia otro lado durante dos días, avalancha segura, como ha sucedido esta última vez. Si de nuevo los marroquíes recuperan la vista, saltos frustrados de la valla a base de palos de un lado y guante blanco del otro para disimular, como hemos visto en la tele. En definitiva, más de lo mismo. O te pasas, o no llegas. Por cierto, después de seis meses, la Guardia Civil releva al Jefe de Ceuta que usó pelotas de goma con los inmigrantes y quince de ellos se ahogaron. Entretanto algunos especulan con que la actitud permisiva temporal de Marruecos es como un aviso o una respuesta a la decisión de un juez que ha admitido a trámite una querella contra los agentes marroquíes que anteriormente se habían pasado en los métodos de persuasión. ¡Vaya usted a saber! Mientras tanto, Rajoy apuesta por una política “contundente” contra la inmigración ilegal. ¿A qué contundencia se refiere? La única razonable, que excede el ámbito de un país (y por tanto de Rajoy), pasa por paliar o, al menos aliviar, las causas en origen. La única contundencia contra el hambre es la comida, y contra la miseria y la enfermedad, la salud. Ni los centros de acogida colapsados, ni las devoluciones en origen o tras los protocolos diseñados, ni el garrotazo o el guante blanco, ni las pelotas de goma, concertinas o vallas antitrepa pueden resolver la inhumana situación de millones de personas que desde el mundo subdesarrollado observan la opulencia que, al menos para ellos, disfrutamos en la otra orilla.
            Y mientras el escrito de Alaya al Supremo mantiene que el fraude de los ERE de Andalucía se cifra en 855 millones, responsabilizando a los ex presidentes, Cháves y Griñán, en última instancia, del reparto de beneficios a un “selecto círculo de influencias”, otorgando ayudas “sin solicitud” ni “documentación justificativa” tras subvertir la ley, el Ministerio de Interior blinda la pensión del Inspector Ballesteros, condenado a inhabilitación por el TS por el chivatazo a ETA, prejubilándolo por su “pérdida de condiciones psicofísicas”, según un informe médico. Artur Mas, por su parte, intenta poner fin a la crisis de su Gobierno con un calendario para la consulta ilegal. Al final, cada uno a lo suyo.
            En cuanto al exterior, mientras en EEUU se desata un conflicto racial tras la muerte de un joven afroamericano por disparos de un policía en las afueras de San Luís, en Ucrania las tropas avanzan sobre Donetsk, forzando la caída del jefe militar prorruso, en tanto que el Papa Francisco, en su viaje histórico a Corea del Sur, dice tajante que “el mundo está cansado de tanta guerra”. Habría que añadir y de tanta injusticia, de tanto cinismo, de tanto engaño, de tanta miseria y de tanta irresponsabilidad.
            En cuanto al deporte se refiere, de un lado la Liga aplaza el arranque de Segunda División por el conflicto judicial con el Murcia ya que el Tribunal del Deporte desoye al juez y lo deja en Segunda B. ¡Ay!, el día que se meta mano en los turbios asuntos del fútbol… De otro lado se mantiene la sanción a Suárez, aunque se le permite entrenar con el Barça, por lo tanto oficialmente reaparecerá en el clásico. ¡Qué casualidad!


                                                Jorge Cremades Sena

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