martes, 28 de abril de 2015

CONFÍEN EN MÍ, LES IRÁ BIEN

                        Justo cuando la Fiscalía cree probada la “caja B” del PP pero no le atribuye delito fiscal alguno, ya que Anticorrupción concluye que el PP era “ajeno” a dicha caja B de Bárcenas, para quien pide cinco años, y por tanto exculpa al PP de dicho delito fiscal (el embrollo de la ley respecto al asunto de las donaciones a los partidos políticos era descomunal cuando se produjeron los hechos), Rajoy despeja las dudas sobre su candidatura, sugiriendo que su futuro no está vinculado al resultado que obtenga el PP en las elecciones municipales y autonómicas, pidiendo a diestro y siniestro “confíen en mí, les irá bien” y pronosticando que en 2015 el PIB crecerá un 2´9%, que no está nada mal tal como está el asunto en Europa. Si para algunos es un derroche de optimismo, para otros es la constatación de una realidad que, ante lo que se plantea alrededor, supone aplicar el viejo refrán conservador de “más vale malo por conocido, que bueno por conocer”, ya que, aunque la situación no es la mejor de lo deseable, teniendo en cuenta de dónde venimos, más vale proseguir con esta lenta recuperación que meterse en aventuras inciertas que pudieran conducirnos a un retroceso de consecuencias imprevisibles. En fin, una cuestión que, según los gustos, merece todo tipo de alabanzas o críticas, la mayoría de las veces interesadas. De todas formas, como, según los sondeos, el PP es favorito para ganar las elecciones, aunque sin mayorías absolutas, ya hay quienes, como Cifuentes, la candidata popular a presidir la Comunidad de Madrid, se anticipa diciendo que “Gobernar es pactar”, mientras critica el cordón sanitario del PSOE y asegura que llegará a acuerdos ya que es el exponente “del espíritu liberal” y afirmando que las propuestas de Aguirre, su compañera candidata a la alcaldía madrileña, sobre “los sin techo” y sobre las manifestaciones “no son fáciles de llevar a cabo”…. ¡cómo si algo fuese fácil en estos tiempos que vivimos! Al final, lo que está claro es que los milagros no existen, al menos en esto de las soluciones mágicas de los asuntos económicos.
            Y, hablando de milagros, que le pregunten al gobierno griego, cuyo presidente Tsipras acaba de apartar a su ministro Varufakis del primer plano del diálogo con Europa al considerar un fracaso su negociación con el Eurogrupo. Como es lógico en esta economía globalizada, nada más conocer la noticia del apartamiento del arrogante ministro griego la prima de riesgo de Grecia, aunque sigue siendo insoportable, se recupera sustancialmente ante las expectativas de que con el nuevo negociador se allane el camino a la negociación con Bruselas. Es el mejor de los ejemplos de que cuando se gobierna no se pueden confundir los deseos, por sanos que sean, con la realidad, la cual es tan tozuda que, al final, siempre se impone. Y Varufakis prefería no verla mientras que, con su ceguera política, Grecia caminaba inexorablemente hacia un caos irreversible. Sería deseable que el ejemplo griego sirviera, entre otros a los españoles, para no errar a la hora de apostar por determinados proyectos irrealizables que, sin duda, nos serán ofertados en este año tan electoral.
            Para finalizar, destacar que los primeros españoles salen de Nepal, cuya capital, Katmandú se ha convertido en una gran tienda de campaña en medio de las ruinas provocadas por el terremoto. Y, en España, que la cúpula de la CAM va a juicio por falsear cuentas y apropiarse de 47 millones de euros; que el Gobierno prohibirá los cigarrillos electrónicos en bares y restaurantes; y que el juez de Melilla somete a un duro interrogatorio a los guardias civiles imputados por presunto trato degradante a inmigrantes, cuestionando su actuación de forma contundente, con preguntas como “¿Cree que la persona que está en la escalera tiene posibilidad de atacarle?, un asunto delicado que esperemos tenga un final adecuado.  

                                                Jorge Cremades Sena

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