viernes, 3 de julio de 2015

MENOS PARO Y MENOS IMPUESTOS



                        Al final parece ser que Rajoy se quiere salir con la suya en lo que respecta al cumplimiento de su programa electoral. Con el adelanto de la rebaja fiscal (desde el 1 de julio se rebaja el IRPF, lo que supondrá una inyección de 1.500 millones de euros al bolsillo de los españoles), la elevación de la previsión de crecimiento en 2015 al 3´3% (avalado dicho crecimiento por todo tipo de observadores económicos nacionales e internacionales) y el aumento de cotizantes a la Seguridad Social, que vuelve al nivel de la llegada del PP al poder (la cifra de cotizantes ya es de 26. 473 más que cuando ZP dejó el Gobierno), la genérica promesa electoral de menos paro y menos impuestos parece un objetivo fácil de conseguir cuando agoniza ya la legislatura, a pesar de que la cifra de empleo de este pasado mes de junio sea peor que la de junio de 2014. Hasta aquí, guste o no guste, los datos estadísticos que permiten a Rajoy reivindicarse a sí mismo, aclarando que dicha realidad “no es producto de una conjunción astral, ni de palabras mágicas”. Cuestión distinta es la serie de críticas o alabanzas que se quieran o puedan hacer al respecto, que si Rajoy rebaja el IRPF a tiempo de obtener rendimiento electoral (¡faltaría más!, dirán otros), que si dicha bajada es una prueba de desesperación (otros dirán que de realismo), que si uno de cada tres nuevos contratos es temporal y a tiempo parcial (mejor que estar en el paro absolutos, contestarán algunos), que si todas estas medidas las toma el Gobierno por razones electoralistas (bienvenidas sean, mantendrán muchos), que si es señal de un adelanto electoral inmediato o para tener suficiente tiempo de consolidar los efectos agotando a tope la legislatura, que si…. En fin, lo indiscutible, al margen de todos los pros y contras que se quiera, es que la situación de España en estos momentos nada tiene que ver con la que tenía hace apenas cuatro años, al margen del reparto de méritos que cada cual quiera darle a cada quien (medidas gubernamentales, coyuntura internacional, medidas de la UE, condiciones naturales o medioambientales……), pues es infinitamente mejor ya que en vez de ser, como éramos, un problemón para la UE, hemos pasado a ser, guste o no guste a tirios o troyanos, parte de la solución de la misma. Y ello es altamente positivo para todos, por lo que al menos debiéramos estar dispuestos a no estropearlo. ¿No les parece?
            En cuanto a otros asuntos se refiere, mientras Ada Colau congela las licencias a todos los nuevos hoteles en Barcelona (se ve que va sobrada de inversores e inversiones con sus pertinentes puestos de trabajo), detienen en Andalucía a la Directora de Minas y a doce cargos más de la Junta (el rayo de la corrupción que no cesa) en tanto que Bárcenas implica a todos los presidentes del PP en la caja B, al sostener que desde 1982 existió “un sistema perfectamente institucionalizado” de cobro de donativos y que él se considera “un mero amanuense” que siempre reportó a sus jefes. Nada mal debe estar el oficio de “amanuense” cuando con él se pueden acumular cientos y miles de millones de euros en cuentas en Suiza y otros paraísos fiscales. Bárcenas aporta a la Audiencia Nacional justificantes de dos transferencias realizadas en 1990 por Álvarez Cascos por un total de 15 millones de pesetas al PP de Galicia, así como una nota manuscrita por Arriola, asesor personal de Rajoy, en la que indica al partido que le abone sus servicios en pesetas “blancas” y “negras”. Vergonzoso que, después de tanto tiempo, (aún vivíamos en la peseta), estas intolerables tramas corruptas sigan vivitas y coleando cuando desde hace ya bastante tiempo debieran estar resueltas, con los chorizos en la cárcel por sentencia simple y buena parte del botín reembolsado en las arcas públicas.
            Y en el exterior, mientras en Alemania un robot mata por accidente a un empleado en una planta automovilística de Volkswagen (esperemos que no vaya a más esta especie de rivalidad mortal entre máquinas y humanos), el FMI estima que Grecia necesita 51.900 millones más y quita de deuda, mientras el país se queda sin billetes de 20 euros y sólo se pueden sacar 50 euros. La estimación del FMI es considerada por unos como un aval a Varufakis y por otros como un serio aviso de inviabilidad de un país, dividido por el referéndum y con grandes dudas de futuro, cuyo Gobierno se “plantea” dimitir si gana el “sí” a las propuestas de la UE (el “no” que propugna Tsipras sería el caos total), mientras que las empresas helenas ordenan a sus filiales en España (y supongo que en los demás países) que “congelen” las transferencias a Grecia. El pueblo griego, desde lo malo, está abocado a decidirse por lo peor y lo pésimo, ya que lo bueno queda lejos aún como para pensar en lo mejor o lo óptimo; y llegar aquí requiere de sacrificios, que no de demagogias.  
                                               Jorge Cremades Sena

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