domingo, 2 de agosto de 2015

DE GUINDOS Y VAROUFAKIS



                        Mientras Luís de Guindos, ministro español de Economía dice, sobre el Eurogrupo, que “en la elección de la Presidencia no hubo traiciones”, que no entrará “en el voto de Francia” y que siempre siguió “las instrucciones de Rajoy”; añadiendo, sobre la situación económica que “si se revierten las reformas volveremos a la casilla de salida” y, sobre la situación griega, que “en Grecia hay dos riesgos: la situación política y la deuda” o que “Varoufakis tiene ideas razonables pero confunde dónde está”, el ex ministro de Finanzas heleno, cuestionado por sus propios conciudadanos, asegura que “España aún corre el peligro de acabar igual que Grecia”. Como ven una serie de obviedades en boca de los responsables de “las pelas”, que diría Artur Mas, y, por tanto, responsables directos de la evolución económica de sus respectivos países. Que si se desanda lo andado se vuelve al punto de partida, es obvio, así como que la situación política y la deuda condicionan cualquier proyecto de futuro de forma decisiva, por lo que, visto lo visto, Varoufakis lleva toda la razón sobre el peligro de que España acabe como Grecia, aunque le falta añadir que, muy especialmente, si en España se aplicaran las ilusorias políticas que él pretendió implantar en su país y que, por irrealizables, al final le sacaron del gobierno. Lo que está por averiguar es a qué “ideas razonables” del ex ministro griego se refiere el ministro español, diametralmente opuestas a las suyas, salvo que se refiera al ámbito estrictamente teórico, pero irreal, que todos compartimos, de un paraíso universal en el que la abundancia y la bondad humana campan por doquier. Pero la historia, lamentablemente, nos dice todo lo contrario, que los recursos son limitados y las ambiciones excesivas, por lo que si no se administran bien, cualquier pueblo, no sólo el griego o el español, pueden pasar de la riqueza a la pobreza, de la abundancia a la escasez, y de la paz a la guerra en cualquier momento, sobre todo si, además de una mala administración de los recursos limitados, se introducen otra serie de elementos que perturban gravemente la paz social, como, por ejemplo, la ofensiva de Artur Mas para “movilizar la calle” contra España, política que viene practicando desde hace años sin que el Estado, del que Cataluña forma parte, haga casi nada para evitarlo.
            Tampoco sé si se hace todo lo humanamente posible para evitar la lacra de la violencia machista que, además de las miles de mujeres asesinadas o maltratadas, en la última década ha provocado la muerte de 44 menores, 26 de ellos por su propio padre mientras disfrutaba del régimen de visitas. Algo estaremos haciendo mal, muy mal, para que semejante lacra en vez de disminuir aumente de forma alarmante.  
            En cuanto a otros asuntos se refiere, destacar que, según NCReport, más del 60% de los castellano-manchegos cree que el cementerio nuclear creará empleo en la zona (otra obviedad de Perogrullo); que el PP acepta una mínima reforma constitucional, aunque limitada sólo a la modificación del funcionamiento del Senado (ya era hora); que el ascenso de las empresas se consolida y las firmas cotizadas ganan un 37% más en el primer semestre y crecen por tercer año (una buena noticia); que los gobiernos de Andalucía y Cataluña son los que más IRPF cobran a sus ciudadanos, al extremo de que un mileurista catalán o andaluz paga 177 euros más al año que un madrileño (un despropósito más); y que los Mossos no podrán seguir casos fuera de Cataluña, debiendo entregar los datos a la Policía o a la Guardia Civil y sólo podrán participar como colaboradores (por fin la Generalitat acata la decisión de Gobierno, jueces y fiscales… algo es algo).
            Y, en el exterior, mientras la Bolsa china pierde tres billones de euros en menos de dos meses, los ataques de colonos en Cisjordania desatan la ira palestina; entretanto se conoce que un residente en España, Mohamed Bahaiah, medió entre Al Qaeda y el Califato, muriendo durante su misión en Siria en 2014.
Jorge Cremades Sena

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