jueves, 3 de septiembre de 2015

JUEGO SUCIO



                        Mientras se publica que la constructora Teyco desvió 300.000 euros a CDC a través de su fundación entre 2007 y 2014, la comparecencia de Artur Mas en el Parlament se convierte en un mitin victimista por el que en su mejor estilo demagógico culpa al Estado no sólo de la investigación por el cobro de comisiones de su partido sino también del órdago antidemocrático separatista que él mismo encabeza, pues, ya ven, para el President de Catalunya, elegido como tal bajo el amparo de la Constitución que ahora pretende desacatar, todos los males de los catalanes obedecen a una especie de conspiración contra él, su Presidente, y contra Cataluña, que viene a ser lo mismo, ya que sólo ve “juego sucio” frente al juego limpio a que tanto él como su antecesor y padre político, Jordi Pujol, nos tienen acostumbrados. Por tanto la investigación sobre el 3% es una conspiración y los 3.200 euros diarios que lograba la fundación de CDC en donaciones (el porcentaje más alto de donativos de toda España: 7´1 millones de euros en seis años) simplemente obedecían a la infinita generosidad desinteresada de empresarios y empresas catalanas que como Teyco, según declara Mas en el Parlament, aportaban dinero “libremente y por afinidades ideológicas”. Así, en el paradisiaco mundo catalán y el acierto de sus gobernantes todo lo que no sea pureza no existe y es producto de las mentes torticeras y malintencionadas de los españoles, sus enemigos ancestrales. Y obviamente ello da derecho a Mas a comparecer en el Parlament, como héroe principal de tamaña hazaña, para tapar el 3% y lo que haga falta con un ataque, uno más, al Estado Democrático español (al que Cataluña pertenece y al que él mismo debe la legitimidad y legalidad de su al cargo), a atribuir a una conspiración malévola el registro de la CDC, cuya sede ya está embargada por otros asuntos, y, por supuesto, a no contestar a las veinte preguntas que le formulan los diputados de la oposición, convertidos así en mera comparsa. Supongo que para Artur Mas y compañía las denuncias interpuestas a UGT y la Generalitat por las elecciones sindicales de los Mossos entrarán dentro del montaje conspiranoico citado y que sólo obedecerán al ámbito de la Justicia los asuntos que afecten a los perversos partidos españolistas, como, por ejemplo, el PSOE, Ciudadanos o el PP; por cierto, hablando del PP, irá a juicio por su “caja b” ya que la Audiencia Nacional recuerda al partido que el auto de apertura de juicio oral no es recurrible. Seguro que si la Audiencia le hiciera semejante advertencia a CDC los convergentes se sentirían acosados, perseguidos y víctimas de todos los males habidos y por haber.                                             
             Seguramente, amparados en estas teorías conspiranoicas, justifican los sistemáticos desacatos a las sentencias de los tribunales y, muy especialmente, a las del Tribunal Constitucional que ahora pretende modificar el PP otorgándole competencias sancionadoras contra quienes se pasen sus sentencias por el arco del triunfo, un asunto que, incomprensiblemente, provoca un frente común en contra para impedir dicha reforma del TC, que el propio Posada, Presidente del Congreso, admite que la tramitó para debatirla en el próximo pleno. Y es incomprensible dicha actitud de la oposición, ya que lo incomprensible de verdad es que, tal como está el patio, los partidos democráticos prefieran que España siga siendo probablemente el único Estado Democrático desarrollado que carece de elementos coercitivos contra incumplimientos de sentencias del máximo Tribunal en materia de ajuste o no a lo contemplado en la Constitución, es decir, en comportamientos claramente antidemocráticos no ajustados a ella. Puede que la oposición lleve razón en la inoportunidad del momento de la reforma a sólo unos meses de las elecciones generales y a un mes de las autonómicas catalanas, que Mas y compañía pretenden dar carácter plebiscitario, pero eso, en todo caso, es menos grave e importante que mantener la situación actual de inoperancia del TC justo por la grave amenaza antidemocrática al que los independentistas someten sin reparo al Estado de Derecho. No hay que olvidar que los totalitarismos no surgen por generación espontánea sino a través de un proceso, a veces muy largo, de inoperancia en los mecanismos de defensa de dicho Estado de Derecho, lo que muy bien se podría aplicar al caso español.
            En cuanto a otros asuntos cabe destacar que el presunto homicida de Cuenca será extraditado; que la Policía no puede actuar frente a las páginas de Internet que incitan al suicidio, el maltrato o la anorexia, quedando desarmada frente al Internet dañino; y que, acabado el mes de agosto, se regresa a la cruda realidad del desempleo en España con un pinchazo monumental del mercado laboral, siendo despedidos en un solo día 333.107 trabajadores que pasarán a engrosar de nuevo las intolerables listas de desempleo que hay en España.
            Entretanto prosigue la tragedia de los inmigrantes y, ante la escasa respuesta oficial a la llegada de refugiados a territorios europeos, la foto publicada hoy del cadáver de un niño (sus padres vaya usted a saber la suerte que corrieron) no sólo simboliza la dimensión de la tragedia sino que además revuelve las conciencias de una Europa que, obviamente, así no puede seguir, ya que, sistemáticamente, los estados miembros de la UE vienen incumpliendo nada menos que seis importantes tratados internacionales sobre derechos humanos.  
Jorge Cremades Sena

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