viernes, 11 de septiembre de 2015

TRAMPOSA CAMPAÑA ELECTORAL



                        Precisamente hoy, once de septiembre, celebración de la Diada, arranca una tramposa campaña electoral, pues convocada para elegir el futuro Gobierno de la Generalitat, como cualquier otra elección autonómica en cualquiera de las CCAA, su convocante, Artur Mas, camuflado en una lista que no encabeza, se empeña junto a sus compañeros coyunturales de viaje, independentistas como él, en venderla como un plebiscito ilegal “para decidir el futuro de la nación”, cuando de lo que se trata es de elegir el gobierno autonómico. Es la enésima burla al Estado de Derecho por parte del Molt Honorable President de Cataluña, que, con alevosía y premeditación, incluso tiene prevista la “desconexión” de España cuando las Cortes Generales estén disueltas con motivo de las inminentes elecciones generales. Y, ante semejantes comportamientos antidemocráticos y totalitarios, no extraña que TV3, al servicio de la causa, vete en la tramposa campaña al ex ministro Borrell, cancelando una entrevista por denunciar la inviabilidad de una Cataluña independiente, pues en determinados regímenes ya saben que salvo el pensamiento único nada de nada, con lo que el ex ministro no está exento de razón cuando afirma que “en Cataluña se tapona toda opinión que va contra el mantra oficial”. Por su parte el Santander afirma que la incertidumbre política sigue provocando fugas de capital; Piqué alienta la polémica de los pitos uniéndose a la campaña “Guanyarem” en favor del deporte catalán, y Margallo rompe la línea oficial del PP planteando reformar la Constitución. En definitiva, todo está milimétricamente preparado en esta tramposa y engañosa campaña que, según el CIS, arranca con ligera ventaja secesionista: Junts pel SÍ (es decir, la derecha CDC, la izquierda ERC y las asociaciones independentistas) ganarían las elecciones con el 38´1% y obtendrían entre 60-61 escaños; le seguirían Ciudadanos con el 14´2% y 19-20 escaños, Cat sí que es pot (es decir, Podemos y compañía) con el 13´9% y 18-19 escaños, PSC con el 12´2% y 16-17 escaños, PP con el 9´4% y 12-13 escaños, y, finalmente, CUP con el 5´9% y 8 escaños, que, sumados a los 60-61 de Junts pel Sí alcanzarían la mayoría absoluta que está en los 68 escaños, suficiente para Mas, no para formar gobierno que es de lo que se trataría, sino para proseguir el proceso de inminente proclamación de la República de Catalunya, usurpando la soberanía nacional que reside en todos los españoles. Y todo ello sin importar que, según este barómetro del CIS, esa mayoría de escaños no se correspondería con la mayoría de votos pues Junts pel Sí y CUP sumarían el 44% de los votos (ni siquiera el 51% que en todo caso sería igual de despropósito ya que no es la proclamación de la independencia lo que se vota en dichas elecciones), o de que entre CiU y ERC pierdan diez diputados bajo la lista unitaria respecto a la suma de los obtenidos en las últimas elecciones entre CiU (rota hoy entre CDC y UDC, que no obtendría escaños) y ERC, o de que haya una clara fractura social ante el reto soberanista, pues sólo el 21´6% se declara únicamente catalán, el 42´1% se declara tan catalán como español y el 50´7% no se considera ni nacionalista, mientras el 26´1% sigue indeciso sobre lo que votará el 27-S.
            Ante semejante movida pasa casi desapercibido que las donaciones a CDC coincidieran con concesiones de obra pública y que, al menos en un caso, el pago a CatDem era exactamente el polémico 3% del valor del contrato; que el presidente catalán promocionara en 2013 el Grup Soler que donó a continuación 60.000 euros  la fundación de CDC y renovó un contrato público por 580.000 euros; que ese año una serie de empresas contribuyeran a financiar a Convergència y obtuvieran concesiones casi de inmediato; o que una decena de donantes a CDC estén involucrados en casos de corrupción… La bandera del independentismo, lo tapa todo. Y si no que le pregunten a Jordi Pujol, padre político de Mas.
            En cuanto a otros asuntos, destacar que Rivera quiere reforzar el Estado Central con reformas que protejan unas competencias que serían intransferibles a las CCAA (incluso los Estados Federales las tienen); que el PP y el Gobierno se divide sobre si Rajoy debe ir o no a la boda gay de Maroto, el vicesecretario de Acción Social del partido (absurda la supuesta polémica); que la Fiscalía pide tramitar las recusaciones de López y Espejel en el caso Gürtel pese a no acreditarse el interés personal en la causa (el eterno problema sobre la imparcialidad de los jueces); que el 80% de los jóvenes conoce actos violentos en parejas de su entorno (una barbaridad intolerable, la violencia de género que no cesa); que el Gobierno devolverá en enero el 50% de la extra pendiente, unos 750 euros por funcionario (buena noticia que reconocen los sindicatos estando de acuerdo con la decisión); y que la selección española de baloncesto pasa a octavos con una victoria agónica frente a Alemania, 76-77, con Llull y Sergio Rodríguez como protagonistas (enhorabuena, y poco más).
            Y entretanto el Gobierno de Rajoy acepta los 14.931 refugiados que pide la UE mientras Dinamarca cierra una autovía y suspende los trenes a Alemania, en tanto que la periodista húngara que desató la ira universal zancadilleando y dando patadas a los refugiados, despedida de la cadena de televisión para la que trabajaba, puede ir a la cárcel y podría enfrentarse a una pena de hasta siete años de prisión. En España, una vez más derrochando su generosidad, se produce un aluvión de ofertas para acoger a los refugiados, pues colegios profesionales, obispados, ONGs y municipios ofrecen personal, locales y dinero para atender a los expatriados que, según la UE, le corresponde acoger, mientras los países europeos del este son los más reticentes al acogimiento. Por otro lado, los refugiados sustituyen a la economía como eje electoral en Grecia. No en vano, con razón, dice Juncker en la Eurocámara que “falta Europa en esta Unión y unión en esta Europa”.
            Y mientras los arhuacos de Colombia descubren el cine, asistiendo 8.000 de los 47.000 que conforman la comunidad indígena a la proyección de una película por primera vez en su vida, en Sudáfrica se hallan restos de una especie de homínido, el “homo naledi”, que puede ser el nexo, el eslabón perdido, entre el hombre y el simio, y que, al parecer, ya enterraba a sus muertos.      
Jorge Cremades Sena

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