miércoles, 4 de noviembre de 2015

CÁNTICO A LA OPACIDAD



                        La noticia de que la Junta Electoral prohíbe al Gobierno exhibir las mejoras del mercado laboral nos induce a considerar que, cuando más trasparencia debiera exigirse, para lo bueno y para lo malo, ya que muy pronto los españoles hemos de ir a votar y cuanta más información mejor para decidir el voto, la Junta Electoral avala un cántico a la opacidad a todas luces indeseable, al estimar parcialmente una denuncia del PSOE contra el Ministerio de Empleo “por acciones de venta de logros”, con lo que expresiones como “hay 300.000 ocupados más que antes de la reforma laboral” o “lideramos la caída del paro femenino” quedarían desautorizadas. Entendía el PSOE que el Ministerio debiera retirar dos notas de prensa y un video de su página web y de las redes sociales gestionadas por el Ejecutivo ya que vulneraban “el principio de igualdad de los actores electorales”. Y la Junta le da parcialmente la razón. No hace mucho se armó la marimorena cuando el Ayuntamiento de Madrid pretendía con una página web desautorizar las versiones sobre noticias que no fueran las oficiales, validando ante la opinión pública las propias del Ayuntamiento. Y yo, como otros muchos, me pregunto, si los datos son verdaderos, ¿qué problema hay en que se conozcan? y si fueran falsos ¿para qué están los tribunales? Es más, lo deseable, para bien o para mal de quien sea, es que la ciudadanía sepa no ya los datos de empleo, por ejemplo, sino la evolución de los mismos, su relación positiva o negativa con las medidas adoptadas al respecto, su calidad, etc etc y, obviamente, las versiones que sobre ellos se dan, tanto desde el Gobierno como desde la oposición, los sindicatos, los empresarios… y desde todo bicho viviente. Las mordazas nunca fueron buenas para la trasparencia y mal síntoma es que alguien pretenda imponerlas. Si es cierto que, por ejemplo, “lideramos la caída del paro femenino” o que “hay 300.000 ocupados más que antes de la reforma laboral”, que sería lo sustancial, qué problema hay en que el gobierno de turno lo exhiba como uno de sus logros; qué problema en que lo compare con gobiernos anteriores; qué problema en que la oposición arremeta sobre aquellos fracasos del gobierno de turno y le exija que responda por ellos…. Problema, ninguno, sino todo lo contrario, como fórmula de mutar la opacidad por trasparencia. El camino del miedo a la información y al derecho de interpretarla como cada quien crea conveniente nos llevaría al más indeseable oscurantismo.
            Y entretanto el golpe de Estado que pretenden dar los independentistas catalanes, al rojo vivo. Mientras que la proximidad de las elecciones generales impide un pacto sobre Cataluña, pues PP, PSOE y C´s, aunque harán gestos de unidad frente al secesionismo, son incapaces de llegar a una declaración conjunta, no vaya a ser que por malas interpretaciones pierda alguno de ellos un puñado de votos, cuando lo que está en juego es el futuro de todos, el TC prevé decidir si paraliza el pleno soberanista (asunto bastante delicado) antes del 9-N, aunque ve razones para convocar una reunión extraordinaria el viernes a pesar de lo ajustado del tiempo. Por su parte Rajoy asume el control de los fondos para Cataluña y decidirá el cómo y el cuándo de los próximos pagos a la Generalitat (en pleno impago a las farmacias y sin gestionar adecuadamente los recursos) y Montoro amenaza por primera vez con restringir las transferencias que, según dice y con razón, “no están para financiar la independencia”. Y la ANC en su mejor versión de desobediencia, desobedece incluso a la UEFA y repartirá 30.000 esteladas en el Camp Nou. No extraña pues que, ante tanto desmadre, Bildu presente una ley para votar la separación de Euskadi en 2016 o que el Gobierno regional de Aragón, presidido por el socialista Lamban desde julio, pretenda convertir el aragonés, hablado por 54.500 personas (el 4% de la población), en lengua vehicular en las escuelas de infantil y primaria. Y es que en esta especie de fiebre disgregadora de España nadie quiere quedarse fuera de juego, temiéndome que hasta los habitantes de cualquier pueblo den pronto el paso de reclamar para sí el “derecho a decidir” y con las tradicionales sanas rivalidades entre pueblos vecinos si las convierten en dañinas ya tienen un buen tramo recorrido para sus futuras reivindicaciones identitarias. En fin, sin comentarios.
            En cuanto a otros asuntos destacar que Izquierda Unida propone que nadie gane más de 6.500 euros mensuales; que Convergència cobraba comisiones de hasta el 10% a los empresarios y los sobornos llegaban a otras personas y asociaciones además de a la fundación del partido de Mas; y que España es líder en la detención de yihadistas en la UE, añadiendo a los logros anteriores la detención de tres de ellos en Madrid que estaban listos para atentar, con lo que queda desmantelada esta célula del IS, que iba a actuar en Madrid y se lamentaban, según sus conversaciones, de ir con cierto retraso con los planes del mismo: “Cada día sin atentado es un día perdido”.
            Y en el exterior, cada vez se apunta más hacia el sabotaje del avión ruso accidentado en la Península de Sinaí, pues el destello detectado por un satélite podría ser el de una explosión, los ruidos en la cabina confirman una emergencia repentina, hay fragmentos ajenos a la aeronave en el lugar del accidente, la descomposición de los cuerpos indicaría que se desintegraron…. Y además los yihadistas confirman la autoría. Además, cabe destacar en el exterior que ciberactivistas desvelan las identidades de políticos norteamericanos que apoyan al Ku Klux Klan; que Irán abre una rendija a las multinacionales, viviendo así los primeros síntomas de apertura económica tras el acuerdo nuclear; y que las escuchas ilegales al Papa muestran su preocupación por las cuentas vaticanas.
            En cuanto al futbol europeo se refiere el PSG perdona en el Bernabeu al Real Madrid que se mete en octavos tras el solitario gol de Nacho.

Jorge Cremades Sena

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario, gracias