lunes, 16 de noviembre de 2015

RESPUESTA DE FRANCIA AL ISIS



                        A medida que avanzan las investigaciones y aportan datos sobre los entresijos de los horripilantes atentados en París, donde la psicosis terrorista desata nuevas estampidas ante cualquier falsa alarma de nuevos atentados en las masivas concentraciones de duelo, Francia, a la caza del terrorista, como es más que lógico, lanza un ataque en toda regla contra el mal llamado Estado Islámico, bombardeando Raqqa, la capital del IS en Siria y su bastión sirio sin lugar a dudas, respondiendo así Hollande, tal como prometió tras los atentados, con absoluta firmeza y rapidez a esta declaración de guerra contra víctimas inocentes e inofensivas que ha materializado el terrorismo yihadista en suelo francés. Los objetivos del ataque galo, en coordinación con otras fuerzas, han sido un depósito de armas, un centro de reclutamiento y un campo de entrenamiento que han quedado destrozados tras el bombardeo. Es la respuesta de Francia al Estado Islámico que se hace responsable de los atentados. Y entretanto, la investigación de los intolerables y trágicos sucesos en la capital francesa, se centra en tres hermanos conectados a Siria y confirma a Bélgica como el epicentro del yihadismo europeo, por lo que la Policía sigue la conexión ente Siria y Bélgica, el “cuartel general” de la yihad en la UE, donde los terroristas fueron reclutados para evitar que estuvieran fichados por la policía francesa, lo que demuestra la urgente necesidad de cooperación entre todos los países para combatir el terrorismo yihadista, pues se sabe que el Estado Islámico creó en Europa un grupo de comandos suicidas a principios de 2015, con el fin de consolidar una nueva estrategia del terror, afirmando las Fuerzas de Seguridad que, además de los lobos solitarios, los islamistas tienen ya una infraestructura con células de información dentro de la mismísima UE. No hay que buscar sólo en aquellos personajes que proceden o han viajado a Siria o Irak, pues, como parece confirmar la identidad de los terroristas de este último atentado de París, el enemigo está dentro, con identidad europea, al igual que, salvando todas las distancias, en los prolegómenos de la invasión violenta en el Imperio Romano por parte de los bárbaros, éstos ya estaban instalados dentro del Imperio, con identidad y ciudadanía romana, tras muchos años de una invasión lenta de varias generaciones, mientras las autoridades imperiales, instaladas en la comodidad del bienestar, ni se enteraban de lo que estaba sucediendo.
            Es pues más que lógica la alerta en las fronteras de Francia, incluida la española, en busca de un terrorista que, al parecer, ha huido, tratándose de Abdeslam Salah, nacido en Bruselas, presunto autor de la masacre y hermano de uno de los kamikazes, que, al parecer, ha conseguido esquivar un control, provocando un despliegue en toda Europa para intentar detenerlo. Y es lógico que la lucha contra el IS protagonice la cumbre del G-20, que urge una solución al conflicto sirio, aunque aún no acuerda cómo sería la transición política con Asad. Es obvio que cuántas más discrepancias haya a nivel internacional para resolver los conflictos, mayor terreno abonado para los violentos; y cuantas más discrepancias haya entre las fuerzas políticas internas de un país, mayor exposición de riesgo de su territorio para ser terreno abonado de futuros atentados. Sólo así se puede entender que la comunidad internacional sea incapaz de acabar con la amenaza terrorista global, ya sea del Estado Islámico o de cualquier otro signo; y sólo así se puede entender que los totalitarismos sigan proliferando con cierta esperanza de éxito en muchos de los Estados que conforman la vieja Europa o el mundo civilizado. Pero, ya ven, el hombre es el único animal que tropieza y seguirá tropezando no dos sino muchas veces más en la misma piedra. Y luego, con sangre, sudor y lágrimas a intentar enmendar el entuerto.
Jorge Cremades Sena

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