jueves, 12 de noviembre de 2015

SUSPENDIDA LA RESOLUCIÓN SOBERANISTA



                        Tal como era de prever (los indicios y las señales eran meridianamente claros) el Tribunal Constitucional suspende con absoluta rapidez y claridad la resolución soberanista del Parlament de Catalunya. Y lo hace por unanimidad, sin duda jurídica alguna por parte de ninguno de sus miembros. Pero además, por primera vez en su historia, apercibe a 21 personas concretas como son los miembros de la Mesa del Parlamento catalán (incluidos José María Espejo y David Pérez, que no han apoyado el proceso independentista pero son miembros de la misma ocupando los puestos de Ciudadanos y PSC), con Forcadell a la cabeza,  y los miembros del Gobierno catalán en funciones, con Artur Mas a la cabeza, a quienes se advierte, como autoridades que son, de “su deber de impedir o paralizar cualquier iniciativa que suponga ignorar o eludir la suspensión acordada, apercibiéndoles de las eventuales responsabilidades, incluida la penal, en las que pudieran incurrir”. Así de claro y así de fácil, para que, como ya sucediera en el lamentable simulacro de referéndum, nadie pretenda camuflar sus responsabilidades personales concretas bajo la farsa de un absurdo desconocimiento del alcance de responsabilidad personal tras una sentencia de tipo genérico. Ahora el Constitucional advierte de su ilegalidad tanto a Mas como a Forcadell, así como de las consecuencias penales en que podrían incurrir en caso de seguir con la totalitaria desconexión de España, lo que, además de la inhabilitación, podría conducirles a la vía penal en caso de desobediencia, ya que incurrirían en gravísimos delitos, algunos de ellos, penados con muchos años de cárcel. Sin embargo, a pesar de lo anterior, quienes de forma consciente y voluntaria se han salido de la democracia, persisten en su tozudez totalitaria, ya que la Generalitat promete seguir adelante a pesar de la suspensión y las advertencias, manifestando tajantemente “tenemos la voluntad de seguir”, lo que, en caso de llevar a cabo dicha voluntad, incurriría en flagrante desobediencia y se declararía en manifiesta rebeldía. Todo a la espera de que las manifestadas voluntades totalitarias de algunos devengan en concretos actos delictivos, momento justo en que todo el peso de la Ley recaería sin contemplación alguna y con todas las consecuencias sobre sus actores, precisamente para salvaguardar la Democracia y hacer respetar los derechos de todos los españoles, pues como dice Rajoy, que visitará Cataluña el próximo sábado, no va a aceptar, ni él ni ningún demócrata, que “unos señores liquiden la democracia” a su antojo. Es obligadamente la hora de la Ley, la hora de la Democracia; la pelota está en el tejado de los independentistas totalitarios, la razón en el de los demócratas. Pues ahora sólo cabe, sí o sí, el restablecimiento en España y concretamente en Cataluña de la democracia que ha sido secuestrada precisamente por los gobernantes independentistas catalanes; de ellos depende la forma de dicho restablecimiento democrático ya que aún están a tiempo de deponer su totalitaria actitud y rectificar su proceder fascistoide y, por tanto, de ellos será la responsabilidad de las consecuencias, individuales y colectivas, que conlleve el restablecimiento democrático.
            Por otra parte, Artur Mas, rechazado en primera votación por el Parlament, intentará hoy en segunda votación ser investido President de la Generalitat por mayoría simple, lo que requiere que, al menos, le apoyen dos votos de la CUP, que según parece volverá de nuevo a decirle “no” en el pleno de hoy, por más que a las anteriores súplicas del President en funciones se sume hoy una manifiesta bajada de pantalones por la que incluso está dispuesto a ceder buena parte de poder cerrando un acuerdo para que Romeva, Jnqueras y Munté sean sus vicepresidentes ejecutivos y él quede como una especie de presidente honorífico, que ni pincha ni corta, tal como algunos analistas intuyen que sucederá antes del 20-D, pues la convocatoria de nuevas elecciones, según todos los indicios, pondría en evidencia no sólo el desencuentro entre las propias opciones totalitarias independentistas, sino el deterioro electoral que sufrirían tras los graves acontecimientos provocados por el golpe de Estado que pretenden consolidar. ¿Anticipará la CUP a hoy el pacto secreto que todos dan por hecho para convertir a Mas en presidente florero de la Generalitat o lo dejará para más adelante? Esta es la cuestión.
            Entretanto, mientras Convergència paga 250.000 euros para sacar a su tesorero de la cárcel, Hacienda da cuatro días a la Generalitat para ajustar los 1.318 millones de déficit ya que, como es sabido, ocultó esa cifra de gasto público para cuadrar sus cuentas y, obviamente, seguir manteniendo a la vez el derroche presupuestario que supone el totalitario proceso independentista, con las fantasmagóricas embajadas incluidas y las disparatadas subvenciones a troche y moche a cualquier asociación que esté dispuesta a desprestigiar al Estado de Derecho español y a desfigurar la Historia de España. Por cierto, hablando de Hacienda, la Autoridad Fiscal denuncia a Montoro acusando a Hacienda de “vulnerar” su independencia al obstaculizar su labor supervisora en la lucha contra el déficit, impidiéndole el acceso directo a los datos económicos para su control de las cuentas públicas.
            Y más allá de nuestras fronteras, mientras la alianza de izquierdas está a punto de llegar al Gobierno en Portugal, aunque los cuatro partidos de la coalición son incapaces de pactar un plan económico, el Comisario Europeo de Inmigración, Avramopoulos, dice que “el sueño europeo se desvanece” y, vista la crisis de los refugiados, pide a los países evitar el populismo, en tanto que Europa propone invertir 1.800 millones en África para contener el éxodo migratorio.
Jorge Cremades Sena

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