viernes, 8 de enero de 2016

GOBERNABILIDAD EN EL AIRE



                        Para regocijo de quienes defendían la balsámica atomización política como antídoto al tóxico y nefasto bipartidismo, a medida que pasan los días, tanto la gobernabilidad de Cataluña como la de España están cada vez más en el aire. Si en Cataluña ya son tres meses de desgobierno (y los que queden), en España bien podríamos ir haciéndonos la idea de que va a suceder algo parecido, pues, tal como está el patio, lo menos malo, es convocar nuevas elecciones para ver si los votantes hemos aprendido algo o no del experimento. Y si nada hemos aprendido, como buenos demócratas que somos, hemos de prepararnos para un futuro, más o menos largo, de inestabilidad política, cuando no de desgobierno, que sólo puede acarrear un deterioro social y económico perturbador de nuestra convivencia pacífica. En efecto, en Cataluña, a tres días de agotar todos los plazos para investir al President de la Generalitat, los salvadores de la “república independiente” han convertido su coalición de “Junts pel SÍ” en Junts pel No y siguen a gorrazo limpio para ver si, por fin, las anticapitalistas y antisistema CUP se dignan a darles el visto bueno al manifiesto desacuerdo entre los diversos intereses de quienes forman la heterogénea coalición independentista, salvo en el único objetivo de la independencia, cuyo “procés” ilegal y antidemocrático está a punto de saltar por los aires, salvo que, en el último minuto (ya quedan pocos), las CUP decidan prolongar la agonía hasta que sea el propio peso de la legalidad quien lo aborte. Y en España, aunque queda algo más de tiempo para agotar los plazos, PP, PSOE y Ciudadanos, los posibles avalistas y salvadores de nuestra Constitución Democrática, que sumarían en conjunto más de 250 escaños de los 350 que conforman el Congreso de los Diputados, son incapaces de ponerse de acuerdo frente a quienes, siendo amplia y variopinta minoría, apuestan por nacionalismos radicales, soberanismos antidemocráticos, radicalismos izquierdistas, comunismos trasnochados y arrebatos anticapitalistas y totalitarios como argumentos básicos para acabar con las reglas de juego establecidas en nuestra democrática Carta Magna a la que incluso definen como “régimen del 78”. Elecciones anticipadas pues, en sendos territorios, frente al desgobierno y, en el mejor de los casos, frente a gobiernos pintorescos multicolores, que ni siquiera comparten temas esenciales de Estado, amenazados de disolución a la primera de cambio, que sólo generan desconcierto e incertidumbre. Elecciones anticipadas y que cada cual aguante su vela, pues, sobre las diversas interpretaciones interesadas que se hacen sobre el resultado electoral, la más acertada es, sin duda, la consolidación de nuestra democracia, con esa amplia mayoría de diputados, supuestamente, constitucionalistas.
            Entretanto, en Cataluña, mientras Mas presiona a sus socios para salvar la lista independentista y su propio pescuezo (políticamente hablando) Junqueras, además de las CUP, le da otro portazo y rechaza su oferta de incorporarse a un Govern en funciones hasta la celebración de elecciones, cada vez más probables, ya que en ERC lo consideran un “fraude democrático”. Y en España, incluida Cataluña obviamente, Sánchez desecha una gran coalición democrática (PP, PSOE, Ciudadanos) a la alemana y propone una “coalición progresista” de izquierdas a la portuguesa, aunque sin saber con quién (C´s tiene claro que no iría con Podemos), mientras Podemos mantiene su apoyo a un ilegal referéndum en Cataluña y al derecho a decidir y además entorpece el acuerdo en el Congreso al exigir cuatro grupos parlamentarios (cuatro portavoces, más tiempo de intervención y sobre todo, más pasta) en vez de uno como el resto de partidos políticos, incluido el PSOE, a los que, como ya saben, denomina partidos de la “casta”. En definitiva, en Cataluña el esperpento, y en España preparándonos para ello: Rajoy oferta una gran coalición a Sánchez y Rivera, como se ha hecho en Alemania, sin condiciones previas; Sánchez, desafiando a los barones de su partido, dice no tajantemente y, sin querer ni negociar con Rajoy le exige que mueva ficha mientras apuesta por una “coalición de cambio” con un Iglesias dispuesto cínicamente a “hablar de todo” pero con la convicción de que hay que celebrar el ilegal referéndum catalán; y Rivera dinamita ese supuesto, pero irreal, pacto progresista de izquierdas con su “no” rotundo a los podemitas y a otras aventuras secesionistas…. Y el Comité Federal del PSOE impidiéndole a Sánchez pactar con los nacionalismos soberanistas (podemitas o no), única opción posible tras el “no” de Rivera para conformar una mayoría aunque fuera variopinta para desgobernar el país.
            Mientras tanto los diputados electos, para recoger sus credenciales, desfilan por el Congreso, donde ha llegado también el cuadro “El Abrazo” de Juan Genovés, cedido por el museo Reina Sofía, y símbolo pictórico de la Transición, que quieren liquidar muchos de los nuevos diputados (con los que Sánchez pretende pactar para materializar su ensoñación progresista de izquierdas), mientras el único abrazo político en la Cámara de momento es el citado cuadro tal como apunta algún medio. Por cierto, hablando de cuadros, esperemos que nuestros políticos y gobernantes, muchos de ellos amantes de las ocurrencias y los despropósitos, no se afanen en imitar las del Rijksmuseum holandés que, en pro de la absurdamente corrección política, borra del rótulo de los cuadros aquellas palabras que consideran ofensivas o improcedentes como “moro”, “negro”, “enano”, “indio”, “esquimal” o “mahometano” en los títulos de los cuadros, al extremo de que, por ejemplo, el óleo “Jovencita negra” de Simon Maris pasa a llamarse “Mujer joven con abanico”…. En todo caso muchos de nuestros políticos no necesitan imitar nada, su caudal de ocurrencias y despropósitos rebasa con creces sus capacidades racionales o culturales, baste recordar aquel memorable “miembros y miembras”, ya clásico, para culminar, de momento, con las recientes cabalgatas combinadas de “reyes magos” y “reinas magas” del solsticio de enero, como preparación futura de un Belén en el que no nace un niño, sino una niña, aunque supongo que acompañando a dichas reinas magas (que no majas) seguirán permitiendo que sean los pajes, porque su femenino no suena nada bien.
            Y en el exterior cabe citar que la Bolsa china se desploma de nuevo y arrastra otra vez a los mercados, perdiendo el Ibex 28.000 millones en cuatro días, el peor arranque de su historia por la desbandada de los inversores ante el terremoto chino; que, mientras Al Qaeda amenaza con explosiones en Madrid, un ataque yihadista alarma Paris en el aniversario de “Charlie Hebdo”, abatiendo la policía a un hombre que intentó asaltar una comisaría con un arma de fuego y un falso cinturón de explosivos; que Maduro renueva el gobierno venezolano para darle más énfasis a las tesis chavistas; y que Alemania está estupefacta por la ola de agresiones sexuales coordinadas a mujeres (no sólo en Alemania sino en toda Europa), prometiendo Merkel mano dura mientras la policía investiga la posible implicación de solicitantes de asilo entre los multitudinarios acosadores, mientras las víctimas afirman que “unos veinte hombres llenos de ira nos rodearon y nos manosearon”, lo que no deja de ser una baza para los ultraderechistas y una dificultad más para el gobierno de coalición alemán, conservador-socialista, en su política de acogida de inmigrantes y asilados.
Jorge Cremades Sena

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