jueves, 4 de mayo de 2017

EL PNV SACA TAJADA



                        Tal como tradicionalmente han venido haciendo los nacionalistas catalanes y vascos siempre que se les necesitó para garantizar la gobernabilidad de España, descartada la antigua CiU por su aventurerismo independentista totalitario, el PNV saca de nuevo tajada por su imprescindible apoyo para que el Gobierno de España saque los Presupuestos adelante. Y en efecto, exigiéndole a Rajoy mayor autogobierno económico, ve “obligada, no suficiente” la mejora del privilegiado Cupo Vasco (privilegio que se contempló en la Constitución, por el que Euskadi paga al Estado un cupo y, a diferencia del resto de CCAA, salvo Navarra, recauda todos los impuestos) y consigue arrancar mayores concesiones al respecto. La “pela es la pela”, que dirían los catalanes. Así el PNV arranca al Gobierno a cambio de apoyar los PGE una mejora multimillonaria del cupo vasco y cierra con el Gobierno un pacto millonario, con lo que los cinco votos peneuvistas en el Congreso para salvar los Presupuestos valen unos 4.000 millones de euros merced a una sustancial rebaja del Cupo, inversiones en obra pública y la clarificación de competencias en conflicto; dicho en román paladino: pagar menos al Estado por los servicio no transferidos en tierras vascas. En definitiva, más para los vascos y menos para el resto de españoles; y todo ello con una negociación por parte del PNV que, aunque amparada en su insolidario discurso nacionalista, se ha desarrollado sin hablar de autogobierno ni presos de ETA. Ya ven, o tragas, o elecciones generales anticipadas otra vez más. Por su parte PSOE y Podemos endurecen su rechazo y, para rivalizar por el liderazgo de la oposición, usan la corrupción como pretexto para oponerse a los PGE tras la “operación Lezo” aunque, antes de salir ésta a la luz, ya habían dicho por activa y por pasiva que rechazarían las cuentas del Estado incluso antes de conocer el pertinente anteproyecto, condicionado obviamente por el techo de gasto ya aprobado, para satisfacer el control del déficit exigido por Bruselas, y por el pago de las grandes partidas en pensiones, seguridad social e intereses de la deuda, entre otras. Rajoy, aunque ya puede disolver las Cortes y convocar elecciones, descarta que la corrupción fuerce un adelanto electoral, que no lleva en sus planes, salvo la ausencia de Presupuestos (escollo superado) o ante una ingobernabilidad extrema, y, de momento, puede dormir con cierta tranquilidad: los Presupuestos, en pleno debate en el Congreso, gozan de buena salud tras pagar tan alto e insolidario peaje. Y, mientras Cifuentes reivindica que “el tiempo de los corruptos ha llegado a su fin en Madrid” (ella llevó a Fiscalía el “caso Lezo”), el socialista Hernando, refiriéndose a Rajoy y a los Presupuestos, dice que “a causa de la corrupción no le apoyamos en esto, ni en nada que pueda proponer a partir de ahora”. ¿Estamos ante un renovado “no es no” sanchista en las filas del PSOE? Al tiempo.
            Entretanto, mientras Pablo Casado se perfila como candidato del PP en Madrid (Cifuentes cree que sería un buen cabeza de cartel tras la caída de Aguirre y Génova estudia la posibilidad, pendiente del visto bueno de Rajoy), prosigue el proceso de primarias en el PSOE, preocupado por el posible “sorpasso” en la oposición de Podemos, cuyo líder, Pablo Iglesias, pide por carta a la interina dirección socialista que “reflexionen” y apoyen su moción de censura, mientras Pedro Sánchez, que no descarta presentar una moción de censura, pero no ahora, sostiene que “algunos dieron a Rajoy la abstención gratis y así estamos”, un rejón sin duda a sus contrincantes por el liderazgo socialista. Y en plena batalla por el liderazgo de la izquierda en general y por el liderazgo interno socialista en particular, Podemos convoca una manifestación justo el día previo a las primarias socialistas en la que exigirá al PSOE que apoye su propagandística moción de censura, por lo que el Presidente de la Gestora y los principales líderes socialistas acusan a los podemitas de sabotear su proceso interno y condenan la “injerencia” de Iglesias, mientras Fernández le contesta por carta contundentemente que rechaza su moción de censura. Y todo ello adobado por contradictorios resultados demoscópicos, pues si, según NCReport, el PP sale indemne de la corrupción tras la “operación Lezo” (Cifuentes, bajo la consigna de que la corrupción es de la etapa “aguirrista”, consolidaría su liderazgo y subiría tres escaños, aunque tendría que pactar con C´s que subiría uno, mientras PSOE perdería tres escaños y Podemos uno), según Metroscopia, el PP, aunque seguiría ganando las elecciones, se caería por la corrupción (no obstante, Cifuentes y Gabilondo serían los más valorados, aunque populares y socialistas madrileños sacarían sus peores resultados, y Podemos y Ciudadanos ganarían posiciones). En fin, sólo son encuestas.
            En cuanto a otros asuntos se refiere cabe citar que Cataluña, donde el nuevo gravamen a las bebidas ha entrado en vigor, quiere extender el impuesto sobre azúcares a otros alimentos; que el fiscal desiste de recurrir la condena a Artur Mas por el 9-N; que la Generalitat encarga una encuesta para justificar la desobediencia con la tramposa pregunta de si se debe cumplir la ley; que los sindicatos endurecerán las protestas para recuperar derechos laborales y amenazan con un “calvario” si no hay subidas salariales; que Iglesias acude por sorpresa a la marcha en Madrid del primero de mayo buscando apoyos para su moción de censura; que los fiscales ven un “ataque a la imparcialidad” en la demanda que tramitó Moix, mientras el Consejo Fiscal se divide por el relevo de los fiscales del 3%; que el ex alcalde de Leganés asegura que se espió a Cifuentes con dinero público; que Matas no será juzgado por la compra de su palacete ante la falta de indicios del cobro de comisiones; y que González pide ser excarcelado porque su hija “se casa en pocos meses” y su fuga es “impensable”.
            Y, mientras el Gobierno de Rajoy propone al Congreso acabar con el “injustificado privilegio” del Peñón cuando Reino Unido abandone la UE, vetando así España que Gibraltar haga competencia desleal, las negociaciones del “Brexit” cada vez se complican más, al extremo de que Juncker, tras cenar con May, sostiene preocupado: “me voy diez veces más escéptico”, pues la UE, como es lógico, exige a Londres una elevada factura por el divorcio (el mandato aprobado por Bruselas demanda al Reino Unido el pago de todos los compromisos adquiridos antes de su salida) y May quiere divorciarse sin pagar apenas peaje alguno, por lo que al negarse Bruselas a pagar la borrachera británica la premier británica arremete contra la UE y la acusa de “injerencia electoral” de cara a los comicios del próximo 8-J. Entretanto, mientras Tsipras, que iba a comerse el mundo solucionando todo con sus propuestas populistas, pacta con la “troika” otro recorte de las pensiones para los griegos, se desata en Francia la violencia en las manifestaciones del uno de mayo, pues la violencia verbal de la populista (en este caso de extrema derecha) Le Pen, que, como Tsipras, también tiene soluciones fáciles a problemas difíciles, y los graves disturbios de los antisistema desatan graves enfrentamientos en París a muy pocos días de la elección presidencial, pues los franceses se la juegan entre la ultraderechista Le Pen con su mensaje antieuropeo y ultranacionalista y el centrista Macron con su mensaje europeísta y antinacionalista; de momento la fractura del voto obrero aúpa a Le Pen, que recorta las iniciales distancias con Macron, a quien definitivamente los votantes de Mèlenchon de extrema izquierda no le darán el voto y piden el voto blanco o nulo, dando así alas a la xenófoba Marine Le Pen, en plena batalla por el euro que marca el fin de la campaña electoral, aunque Macron finalmente aguanta bien los “golpes” de su adversaria en un agripo debate “cara a cara” lleno de insultos en el que deja en evidencia la debilidad del programa de la candidata utraderechista y la afea acusándola de jugar con la “amargura de la gente”… los franceses tienen la última palabra.
            Y hablando de amarguras de la gente y de populismos, mientras Trump abre el muro durante veinte minutos, permitiendo así la policía de San Diego a los simpapeles abrazar a sus familiares de Tijuana, en Venezuela Maduro intenta otro autogolpe y anuncia una asamblea constituyente, convocando unas elecciones a medida, “sin partidos políticos” y planteando una refundación del régimen chavista de 1999 con una nueva Carta Magna que le permita perpetuarse en el poder, como suelen hacer todos los dictadores que en el mundo han sido. Obviamente la oposición venezolana, triunfadora en las últimas legislativas, aunque menoscabada por Maduro, se rebela contra el citado golpe y, mientras Henrique Capriles pide “desconocer la locura” de convocar un proceso constituyente contra el Parlamento, sale a la calle para evitar que Maduro “liquide la democracia” definitivamente, en tanto que el Presidente de la Asamblea llama a “rebelarse” contra el autogolpe y los paramilitares chavistas redoblan la represión, recibiendo como respuesta que “cuanta mayor represión, más resistencia” en medio de una violencia in crescendo que poco a poco va provocando las primeras víctimas mortales, mientras la ruina económica sume al pueblo en la más deplorable miseria. Es la consecuencia lógica de los errores que cometen a veces los pueblos al apoyar las demagógicas propuestas populistas de clara índole autoritaria y con ribetes totalitarios del signo ideológico que sea, aupando a sus líderes radicales al poder desde la democracia para que luego desde el poder acaben con ella o, en el mejor de los casos, como en Grecia, se plieguen a la cruda realidad reconociendo la inviabilidad de sus demagógicas soluciones. Los franceses pueden evitarlo todavía, los venezolanos ya cayeron en la trampa… en España, tal como anda el patio, ya veremos.
            Por lo que respecta al futbol el Real Madrid y la Juve ponen pie y medio en la final de Champions, salvo monumental sorpresa, ya que en el partido de ida de semifinales los madridistas derrotan al Atlético de Madrid en el Bernabeu por 3-0, con triplete de Cristiano Ronaldo, y los italianos derrotan a domicilio al Mónaco por 0-2 con ambos goles del exmadridista Higuaín; no obstante, antes de cantar victoria, cabe esperar qué sucederá en los partidos de vuelta en semifinales.
                                                Jorge Cremades Sena

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