jueves, 15 de junio de 2017

PABLO IGLESIAS, CENSURADO



                        Se podría aplicar a Pablo Iglesias y a su conglomerado de partidos (IU, Podemos, En Comú, Compromís, Mareas, Anticapitalistas….y todo aquel que se arrime) aquello de “ir por lana y salir trasquilado”, pues ha sido evidente que su pintoresca moción de censura a Rajoy simplemente ha servido para que él sea el censurado, eso sí, con el apoyo de Bildu y ERC, únicas formaciones que se suman a su estrafalaria moción para conseguir 82 apoyos parlamentarios de los 350 escaños que conforman el Congreso de los Diputados. No obstante, como sumando las 97 abstenciones a los 82 apoyos a la moción de censura arrojaría un total de 179 escaños, que superaría los 170 votos en contra de la misma, Pablo Iglesias, en una de sus pintorescas piruetas políticas, siempre puede permitirse, como suele hacer, autoadjudicarse todos los escaños no contrarios a la abstención para concluir que su propagandística moción de censura gozaba de sentido común y que, por tanto, Rajoy debiera dimitir y darle paso a él como nuevo Presidente de Gobierno, al igual que sostiene que los 137 escaños populares en la Cámara no supone que Rajoy ganara las últimas elecciones ya que los 213 diputados no populares (incluidos los 71 de IU-Podemos-En Comú-Compromís, Mareas, Anticapitalistas…) son más y, sumados a los de la amalgama populismo-comunista, podrían auparle con sus 71 escaños al Gobierno a pesar de que los españoles en las urnas le relegaran al tercer lugar, cuando, en todo caso, lo lógico sería que, si se diera semejante alianza (bastante complicada por cierto), fuera liderada por el principal partido de la oposición, que obviamente no es el suyo y al que no apoyó cuando tuvo la oportunidad de hacerlo. Por ello, entre otras cosas, Pablo Iglesias ha sido censurado por el resto de la oposición y, obviamente, por el partido que sostiene al Gobierno al que pretendía censurar, pues su pintoresca moción de censura, más pendiente de desacreditar al PSOE que al Gobierno de Rajoy, ni se ajustaba a su carácter de “constructiva”, que le exigía exponer ante la Cámara un programa de gobierno alternativo, que no expuso, ni le concernía plantearla a IU-Podemos como tercera formación política, y menos en solitario y sin construirla con nadie, ni era el momento político de plantearla a un gobierno que no lleva ni un año gobernando un Estado, acosado seriamente por la amenaza totalitaria ultranacionalista e independentista, y que, a pesar de todo, durante su corta gestión se van consiguiendo cifras positivas si las comparamos con la caótica situación provocada por la crisis. No en vano, días previos al debate del espectáculo-moción de censura podemita ya se temía que finalmente se convirtiera en un total fracaso para el proponente, como así ha sido.
            En la primera jornada de debate, entre la extensa y farragosa intervención de Irene Montero presentando la moción de censura en base al monotema de la corrupción del PP y describiendo una inexistente España caótica y al borde del abismo (más de dos horas de relato, al estilo de Fidel Castro en términos temporales) y la igualmente extensa, farragosa y reiterativa de Pablo Iglesias en idénticos términos que su portavoz (casi cinco horas entre ambos), reiterando lo dicho por su compañera en vez de exponer a la Cámara su concreto proyecto de gobierno alternativo, en definitiva, entre ambas intervenciones, ya Rajoy rompe todos los esquemas de Iglesias decidiendo contestar personalmente a cada una de dichas intervenciones, despejando así las precedentes especulaciones de si intervendría o no durante la censura, pues quien se presentaba como candidato era Pablo. Y al entrar al duelo de protagonismo con Iglesias, Mariano Rajoy convierte bien pronto la moción en una durísima censura al líder podemita, controlando en todo momento un debate que había preparado a conciencia para descolocarlo y, sin entrar al trapo de los permanentes insultos y los reiterados listados de casos de corrupción en las filas del PP (aunque le alertó de que IU-Podemos ya cuenta con un listado de casos poco ejemplares y con diputados en activo incluso condenados por los jueces), le descalificó como posible presidente del Gobierno, atrapándole sobre todo en el asunto del ilegal referéndum catalán, a lo que Iglesias fue incapaz de responder al no aclarar si corresponde a todos los españoles decidir sobre Cataluña o sólo corresponde a los catalanes, además de poner en evidencia la falta de programa de su adversario y el defecto de forma y fondo de su esperpéntica moción (sin candidato alternativo en principio, luego ofrecido a que fuera Pedro Sánchez, sin programa de Gobierno ni propuestas alternativas concretas), graves deficiencias por las que concluyó “usted no puede ser presidente”, mientras Iglesias se quedaba en el mantra de ofrecer a los socialistas un gobierno “de entendimiento” para echar “al presidente de la corrupción” como único argumento, mientras los socialistas, que todavía no habían intervenido, ya rumoreaban que Podemos con su propagandística moción de censura (más bien dirigida contra ellos y no contra Rajoy) había “inyectado oxígeno” al Presidente del Gobierno, ante el evidente revolcón que le acababa de dar al osado candidato. Y por si fuera poco lo anterior, recibe el varapalo de Ana Oramas, la portavoz de Coalición Canaria, que arremete contra Iglesias por su “tonito machista”, espetándole “ya sé que a usted no le gustan las mujeres no sumisas” y además acusándole de haber impedido el cambio cuando procedía. Sólo Bildu y ERC, entre los grupos minoritarios, decidieron darle su apoyo…seguramente porque fue incapaz de aclarar tajantemente de qué lado de la soberanía nacional estaba.
            Por lo que respecta a los grupos mayoritarios, que intervinieron en la segunda jornada, Rivera, en una intervención responsable y mesurada, le reprocha a Podemos su falta de trabajo en la oposición para sacar reformas adelante con un Gobierno en minoría, como hacen ellos, le relata algunos de los logros obtenidos en estos meses, y le descalifica porque es incapaz de aportar proyectos alternativos a las leyes que simplemente quiere derogar, calificando por ello a su proyecto político como “Demoliciones Iglesias”, antes de recibir como respuesta por parte de un desencajado Iglesias, una serie de descalificaciones gratuitas. Por su parte Ábalos, el neófito portavoz socialista, en una intervención bastante plausible y con tono atractivo, a pesar de que le dice a Iglesias que “a lo mejor no discrepamos tanto en las propuestas” (dudoso supuesto en algunos temas fundamentales como es el independentismo), remata y pone en evidencia las verdaderas intenciones de IU-Podemos y sobre todo de Iglesias en su moción de censura, sacando un documento interno de Podemos, titulado “Análisis de marcos y coyunturas, éramos pocos y llegó Sánchez” que avala que el verdadero objetivo podemita no es acabar con el Gobierno de Rajoy sino hundir al PSOE, como siempre fue por parte de los comunistas. Y para rematar definitivamente el debate, la bronca entre Rafael Hernando, portavoz del PP, que sí entró al trapo de las descalificaciones gratuitas tan del agrado del líder podemita, y el candidato Iglesias, al extremo de que éste prácticamente renuncia a su segunda réplica diciéndole “si a su estilo parlamentario yo le doy una réplica excesiva, estaría legitimando una manera de hacer parlamentarismo que no se merece esta Cámara” (le dijo la sartén al cazo). Fin de la cita y fin del debate.
            El estrepitoso fracaso de Iglesias evidencia que, hoy por hoy, no hay una mayoría alternativa al Gobierno de Rajoy, aunque el PSOE escenifique una sintonía calculada con Podemos que rompe todos los puentes con Ciudadanos y Sánchez diga que buscará “cuanto antes” una mayoría para desbancar al PP y en un artículo pida que Podemos y Ciudadanos levanten los “vetos” entre las “fuerzas del cambio”. Entretanto, en este cuarenta aniversario de las primeras elecciones democráticas tras el franquismo, que propiciaron el periodo más largo y próspero en libertad y democracia de toda la Historia de España, cabe destacar que los jueces impiden que la Generalitat pueda acceder a sus datos, mientras el Govern dice que quiere evaluar el trabajo de los juzgados; que se produce la primera condena por delito de odio ideológico en Cataluña, sentenciando a dos miembros de un grupo de radicales que atacó a un autobús de Societat Civil Catalana; que Fiscalía denuncia al TSJC la fecha y la pregunta de la consulta ilegal y pìde investigar el acto en que intervino Guardiola; y que Puigdemont convoca a los voluntarios a “agentes electorales” ya que necesita unos 80.000 para la consulta ilegal, quienes recibirán una retribución en forma de dietas. Y Pablo Iglesias mareando la perdiz sin saber aclarar su posición ante el pretendido ilegal y totalitario referéndum.
            En cuanto a otros asuntos se refiere cabe citar que el Banco de España eleva hasta el 3´1% la previsión del PIB para este año; que Granados, tras pagar la fianza, sale de la cárcel y sostiene “jamás metí la mano en la caja”; que la quiebra del Popular, la alternativa a la venta, habría costado 30.000 millones al Estado; y que Fiscalía denuncia a Cristiano Ronaldo por fraude fiscal “de manera consciente” de 14´7 millones. Y en asuntos del exterior que la UE expedienta a Hungría, Polonia y República Checa por negarse a acoger refugiados; que Trump está bajo investigación por posible obstrucción a la Justicia; y que una nueva tragedia sacude Londres, pues el incendio de un edificio de 24 plantas y 120 viviendas, reformado hace un año, lo convierte en trampa letal por fallos de seguridad, dejando al menos 12 personas muertas y varias decenas de personas heridas al quedar atrapadas en el edificio.
                                                Jorge Cremades Sena

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