Se
podría aplicar a Pablo Iglesias y a su conglomerado de partidos (IU, Podemos,
En Comú, Compromís, Mareas, Anticapitalistas….y todo aquel que se arrime)
aquello de “ir por lana y salir trasquilado”, pues ha sido evidente que su
pintoresca moción de censura a Rajoy simplemente ha servido para que él sea el
censurado, eso sí, con el apoyo de Bildu y ERC, únicas formaciones que se suman
a su estrafalaria moción para conseguir 82 apoyos parlamentarios de los 350
escaños que conforman el Congreso de los Diputados. No obstante, como sumando
las 97 abstenciones a los 82 apoyos a la moción de censura arrojaría un total
de 179 escaños, que superaría los 170 votos en contra de la misma, Pablo
Iglesias, en una de sus pintorescas piruetas políticas, siempre puede
permitirse, como suele hacer, autoadjudicarse todos los escaños no contrarios a
la abstención para concluir que su propagandística moción de censura gozaba de
sentido común y que, por tanto, Rajoy debiera dimitir y darle paso a él como
nuevo Presidente de Gobierno, al igual que sostiene que los 137 escaños
populares en la Cámara no supone que Rajoy ganara las últimas elecciones ya que
los 213 diputados no populares (incluidos los 71 de IU-Podemos-En
Comú-Compromís, Mareas, Anticapitalistas…) son más y, sumados a los de la
amalgama populismo-comunista, podrían auparle con sus 71 escaños al Gobierno a
pesar de que los españoles en las urnas le relegaran al tercer lugar, cuando,
en todo caso, lo lógico sería que, si se diera semejante alianza (bastante
complicada por cierto), fuera liderada por el principal partido de la oposición,
que obviamente no es el suyo y al que no apoyó cuando tuvo la oportunidad de
hacerlo. Por ello, entre otras cosas, Pablo Iglesias ha sido censurado por el
resto de la oposición y, obviamente, por el partido que sostiene al Gobierno al
que pretendía censurar, pues su pintoresca moción de censura, más pendiente de
desacreditar al PSOE que al Gobierno de Rajoy, ni se ajustaba a su carácter de
“constructiva”, que le exigía exponer ante la Cámara un programa de gobierno
alternativo, que no expuso, ni le concernía plantearla a IU-Podemos como
tercera formación política, y menos en solitario y sin construirla con nadie,
ni era el momento político de plantearla a un gobierno que no lleva ni un año
gobernando un Estado, acosado seriamente por la amenaza totalitaria
ultranacionalista e independentista, y que, a pesar de todo, durante su corta
gestión se van consiguiendo cifras positivas si las comparamos con la caótica
situación provocada por la crisis. No en vano, días previos al debate del
espectáculo-moción de censura podemita ya se temía que finalmente se
convirtiera en un total fracaso para el proponente, como así ha sido.
En
la primera jornada de debate, entre la extensa y farragosa intervención de
Irene Montero presentando la moción de censura en base al monotema de la
corrupción del PP y describiendo una inexistente España caótica y al borde del
abismo (más de dos horas de relato, al estilo de Fidel Castro en términos
temporales) y la igualmente extensa, farragosa y reiterativa de Pablo Iglesias
en idénticos términos que su portavoz (casi cinco horas entre ambos),
reiterando lo dicho por su compañera en vez de exponer a la Cámara su concreto
proyecto de gobierno alternativo, en definitiva, entre ambas intervenciones, ya
Rajoy rompe todos los esquemas de Iglesias decidiendo contestar personalmente a
cada una de dichas intervenciones, despejando así las precedentes
especulaciones de si intervendría o no durante la censura, pues quien se
presentaba como candidato era Pablo. Y al entrar al duelo de protagonismo con
Iglesias, Mariano Rajoy convierte bien pronto la moción en una durísima censura
al líder podemita, controlando en todo momento un debate que había preparado a
conciencia para descolocarlo y, sin entrar al trapo de los permanentes insultos
y los reiterados listados de casos de corrupción en las filas del PP (aunque le
alertó de que IU-Podemos ya cuenta con un listado de casos poco ejemplares y
con diputados en activo incluso condenados por los jueces), le descalificó como
posible presidente del Gobierno, atrapándole sobre todo en el asunto del ilegal
referéndum catalán, a lo que Iglesias fue incapaz de responder al no aclarar si
corresponde a todos los españoles decidir sobre Cataluña o sólo corresponde a
los catalanes, además de poner en evidencia la falta de programa de su
adversario y el defecto de forma y fondo de su esperpéntica moción (sin
candidato alternativo en principio, luego ofrecido a que fuera Pedro Sánchez,
sin programa de Gobierno ni propuestas alternativas concretas), graves
deficiencias por las que concluyó “usted no puede ser presidente”, mientras
Iglesias se quedaba en el mantra de ofrecer a los socialistas un gobierno “de
entendimiento” para echar “al presidente de la corrupción” como único
argumento, mientras los socialistas, que todavía no habían intervenido, ya
rumoreaban que Podemos con su propagandística moción de censura (más bien
dirigida contra ellos y no contra Rajoy) había “inyectado oxígeno” al
Presidente del Gobierno, ante el evidente revolcón que le acababa de dar al osado
candidato. Y por si fuera poco lo anterior, recibe el varapalo de Ana Oramas,
la portavoz de Coalición Canaria, que arremete contra Iglesias por su “tonito
machista”, espetándole “ya sé que a usted no le gustan las mujeres no sumisas”
y además acusándole de haber impedido el cambio cuando procedía. Sólo Bildu y
ERC, entre los grupos minoritarios, decidieron darle su apoyo…seguramente
porque fue incapaz de aclarar tajantemente de qué lado de la soberanía nacional
estaba.
Por
lo que respecta a los grupos mayoritarios, que intervinieron en la segunda
jornada, Rivera, en una intervención responsable y mesurada, le reprocha a
Podemos su falta de trabajo en la oposición para sacar reformas adelante con un
Gobierno en minoría, como hacen ellos, le relata algunos de los logros
obtenidos en estos meses, y le descalifica porque es incapaz de aportar
proyectos alternativos a las leyes que simplemente quiere derogar, calificando por
ello a su proyecto político como “Demoliciones Iglesias”, antes de recibir como
respuesta por parte de un desencajado Iglesias, una serie de descalificaciones
gratuitas. Por su parte Ábalos, el neófito portavoz socialista, en una
intervención bastante plausible y con tono atractivo, a pesar de que le dice a
Iglesias que “a lo mejor no discrepamos tanto en las propuestas” (dudoso
supuesto en algunos temas fundamentales como es el independentismo), remata y
pone en evidencia las verdaderas intenciones de IU-Podemos y sobre todo de
Iglesias en su moción de censura, sacando un documento interno de Podemos,
titulado “Análisis de marcos y coyunturas, éramos pocos y llegó Sánchez” que
avala que el verdadero objetivo podemita no es acabar con el Gobierno de Rajoy sino
hundir al PSOE, como siempre fue por parte de los comunistas. Y para rematar
definitivamente el debate, la bronca entre Rafael Hernando, portavoz del PP,
que sí entró al trapo de las descalificaciones gratuitas tan del agrado del
líder podemita, y el candidato Iglesias, al extremo de que éste prácticamente
renuncia a su segunda réplica diciéndole “si a su estilo parlamentario yo le
doy una réplica excesiva, estaría legitimando una manera de hacer
parlamentarismo que no se merece esta Cámara” (le dijo la sartén al cazo). Fin
de la cita y fin del debate.
El
estrepitoso fracaso de Iglesias evidencia que, hoy por hoy, no hay una mayoría
alternativa al Gobierno de Rajoy, aunque el PSOE escenifique una sintonía
calculada con Podemos que rompe todos los puentes con Ciudadanos y Sánchez diga
que buscará “cuanto antes” una mayoría para desbancar al PP y en un artículo
pida que Podemos y Ciudadanos levanten los “vetos” entre las “fuerzas del cambio”.
Entretanto, en este cuarenta aniversario de las primeras elecciones
democráticas tras el franquismo, que propiciaron el periodo más largo y
próspero en libertad y democracia de toda la Historia de España, cabe destacar
que los jueces impiden que la Generalitat pueda acceder a sus datos, mientras
el Govern dice que quiere evaluar el trabajo de los juzgados; que se produce la
primera condena por delito de odio ideológico en Cataluña, sentenciando a dos
miembros de un grupo de radicales que atacó a un autobús de Societat Civil
Catalana; que Fiscalía denuncia al TSJC la fecha y la pregunta de la consulta
ilegal y pìde investigar el acto en que intervino Guardiola; y que Puigdemont
convoca a los voluntarios a “agentes electorales” ya que necesita unos 80.000
para la consulta ilegal, quienes recibirán una retribución en forma de dietas.
Y Pablo Iglesias mareando la perdiz sin saber aclarar su posición ante el
pretendido ilegal y totalitario referéndum.
En
cuanto a otros asuntos se refiere cabe citar que el Banco de España eleva hasta
el 3´1% la previsión del PIB para este año; que Granados, tras pagar la fianza,
sale de la cárcel y sostiene “jamás metí la mano en la caja”; que la quiebra
del Popular, la alternativa a la venta, habría costado 30.000 millones al
Estado; y que Fiscalía denuncia a Cristiano Ronaldo por fraude fiscal “de
manera consciente” de 14´7 millones. Y en asuntos del exterior que la UE
expedienta a Hungría, Polonia y República Checa por negarse a acoger
refugiados; que Trump está bajo investigación por posible obstrucción a la
Justicia; y que una nueva tragedia sacude Londres, pues el incendio de un
edificio de 24 plantas y 120 viviendas, reformado hace un año, lo convierte en
trampa letal por fallos de seguridad, dejando al menos 12 personas muertas y
varias decenas de personas heridas al quedar atrapadas en el edificio.
Jorge Cremades Sena
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, gracias