Mientras
Ciudadanos se propone
conquistar los bastiones territoriales del PP y del PSOE, tras su éxito
electoral en Cataluña y el fracaso de ambos, se cierne un nuevo debate a nivel
nacional sobre la controvertida prisión permanente revisable (la PPR), sobre la
que Rajoy propone un proyecto de ley para endurecerla, mientras la oposición
pretende derogarla, aunque últimamente los de Rivera han decidido cambiar de
opinión y vienen a coincidir con los populares. Así el Gobierno refuerza su
apuesta por la PPR y pretende impulsar su proyecto para ampliar su aplicación a
otros delitos como el de ocultación de cadáver, secuestro con asesinato y uso
de compuestos químicos, intentando así reconectar con la sociedad, que
mayoritariamente así lo desea, pese a no tener mayoría en el Congreso, poniendo en todo caso en evidencia a
la oposición, que recurrió la actual PPR en julio de 2015, mientras el TC lleva
dos años para resolver sobre el asunto y, aunque los magistrados no lo tienen
“en agenda”, la mayoría de ellos defiende su constitucionalidad. No en vano la
PPR está vigente en la mayoría de los países con regímenes homologables
constitucionalmente al nuestro. Y a este debate sobre la PPR, en que cada
partido habrá de retratarse con argumentos para defender su postura, se une en
el PP otro debate interno de envergadura, ya que los líderes populares
regionales piden a Rajoy cambios drásticos en el Gobierno, reclamando al
Presidente mayor iniciativa política para frenar el impulso de Ciudadanos y la
debacle en Cataluña ante las elecciones autonómicas que se avecinan, pero
Rajoy, fiel a su idea de no hacer mudanzas, descarta remodelar su Gabinete
aunque Guindos salga del mismo, frenando así la presión de los notables del PP.
Incluso algunos ministros, como Íñigo de la Serna, que sostiene que “la
Vicepresidenta ha estado excepcional con Cataluña” y añade que “somos
conscientes de que Cataluña requiere aún más inversiones”, mientras defiende
que algo se ha aprendido y que “hay que transferir el riesgo a la concesión de
la autopista”, no se resiste a la crítica al decir, refiriéndose al PP, que
“Ciudadanos da a conocer nuestras decisiones” y que “tenemos que recuperar la
iniciativa”. Por su parte Felipe González, se suma a las críticas no sólo a
Rajoy sosteniendo, para mayor abundamiento, que “si yo estuviera en la
situación que está Rajoy, cedería el paso”, que “Cataluña está más cerca de
perder autonomía que de ganar independencia por la grave irresponsabilidad de
Puigdemont”, que “no identifico el proyecto de país del PSOE ni de ningún
partido; tengo un sentimiento de orfandad” y que “nosotros pagamos más alto el
precio de la corrupción que la derecha… ¡todavía dicen de mí que soy
millonario!”. Ya ven, no sólo en el PP andan turbias las aguas y sí Cataluña
está en las preocupaciones de unos y de otros. Probablemente el renovado debate
sobre la PPR por iniciativa de Rajoy, al margen del resultado parlamentario,
sea una buena razón para retomar la discusión política a nivel nacional, con
permiso de la crisis catalana que, casi en exclusiva, ocupa hoy el interés
político en general.
En
efecto, aunque el independentismo comienza ya a pensar en nuevas elecciones,
pues los partidarios de Puigdemont prefieren volver a las urnas antes que
desistir del empeño tozudo en que el prófugo expresident sea investido, nada
está descartado todavía a pesar de la visita de ERC a Puigdemont precisamente
para pactar el calendario electoral, que acaba sin acuerdo alguno entre PDeCat
y ERC, al exigir el visionario Puigdemont que se le vote en el Parlament aunque
sea simbólicamente. Dicho de otra forma, exige que sus colegas de aventuras
secesionistas que permanecen en España sigan delinquiendo. Y mientras el
Supremo impone su criterio ante el Gobierno en el desafío secesionista, el
verdadero “plan Moncloa” consiste en que no habrá ni indulto ni negociación
(sería un craso error histórico ceder ante los golpistas), por lo que el
Gobierno desmiente cualquier acercamiento a los independentistas, consistiendo
su estrategia en “agotarles hasta la extenuación”. Todo ello mientras Valls, el
ex primer ministro galo, nacido en Barcelona precisamente, al recibir el premio
Gregorio Ordóñez sale en defensa de España haciendo un durísimo alegato contra
el secesionismo y ETA…. En Francia lo tienen claro y no extraña que ni
nacionalistas-independentistas vascos, ni catalanes, reivindiquen sus
respectivos territorios históricos al norte de los Pirineos, pues saben
perfectamente cuál sería la inmediata respuesta del Estado de Derecho francés a
la primera de cambio. Los golpes de Estado, que se den en España, que siempre
será más fácil.
En
lo que respecta a otros asuntos cabe destacar que la mitad de los asesinatos de
mujeres los cometen sus exparejas; que el ex ministro Jorge Fernández Díaz,
acaba de recuperarse de un infarto tras luchar contra un tumor en el hígado y
da un mensaje de esperanza sosteniendo que “cáncer no es igual a muerte” y que
“tenía tanta carga radiológica en el cuerpo que podían pitar los arcos de
seguridad”; que los expertos urgen a las regiones a que no se endeuden más con
el Estado; que en España hay unos 4´5 de personas que viven solos y cada vez se
buscan más familias postizas para combatir la soledad, como en Betanzos donde
se habilitan edificios eclesiásticos sin uso para que personas sin compañía
compartan entre ellos comidas y tareas; que el temporal de nieve en España
mantiene en vilo a los conductores y obliga a cerrar una treintena de
carreteras por nieve y lluvias; y que la película “La librería” de Isabel
Coixet triunfa en la Gala de los Goya más feminista y reivindicativa, al
recibir los galardones a la mejor película, mejor directora y mejor guion
adaptado, aunque el gigante vasco “Handia” acapara diez premios en la noche de
los abanicos feministas rojos.
Y
del exterior citar que la violencia racista sacude la campaña electoral
italiana al disparar un hombre a inmigrantes y herir gravemente a dos de ellos;
que España quiere aportar más recursos a la UE para no perder ayudas, mientras
los Presupuestos tras la salida del Reino Unido divide a los veintiocho; y que
en Venezuela se pagan hasta 15.000 dólares por un pasaporte venezolano, con lo
que funcionarios corruptos se lucran a costa del éxodo causado por el régimen
chavista.
Por
lo que respecta a la Liga de Fútbol resaltar que sólo el Atlético de Madrid acorta
distancias con el Barcelona al ganar 1-0 al Valencia, pues el Real Madrid
empata en tierras valencianas con el Levante, 2-2 (ahondando así su crisis), el
Sevilla pierde ante el Eibar en tierras vascas, 5-1, y el Villarrel pierde en
Sevilla contra el Betis, 2-1, por lo que ninguno aprovecha el empate, 1-1,
entre Español-Barça, donde Piqué, que metió el gol del empate en los minutos
finales del encuentro, vuelve una vez más a generar polémica menospreciando a
los jugadores españolistas y tratarles como no catalanes.
Jorge Cremades Sena
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